El malecón de Puerto Vallarta es un lugar emblemático que mide casi dos kilómetros y es considerado por muchos el corazón de esta hermosa ciudad.
Un paseo por el malecón es imperdible; es un disfrute en solitario o en compañía; un majestuoso rompeolas que encantará todos los sentidos de los visitantes por la gran variedad de actividades que ofrece.
Vistas espectaculares
Impresionantes paisajes te acompañarán durante todo el recorrido; el imponente océano Pacífico y la frescura de la brisa marina te harán sentir tranquilidad durante todo el camino. Con un poco de suerte podrás contemplar la fauna local en su ambiente natural, pero sin importar la hora los vibrantes colores siempre estarán presentes en el cielo de Puerto Vallarta, dejando hechizados a turistas y locales con sus insuperables puestas del sol.
Arte y cultura
Como cuna del arte en sus múltiples representaciones, el malecón es una galería al aire libre que deslumbra con emblemáticas esculturas durante todo el recorrido, pero sin duda la que representa la ciudad es "El niño en el Caballito de Mar" del tapatío Rafael Zamarripa.
El niño con su mirada hacia el horizonte representa la esperanza del futuro; la sonrisa en su expresión y el brazo extendido hacia arriba es un característico símbolo de los vallartenses, haciendo referencia a su amistad y amabilidad, siempre brindado una cálida bienvenida. El sombrero en la espalda abraza y enorgullece las raíces de Jalisco. Por último, el caballito de mar alude a la naturaleza del destino, pero en varias culturas es un símbolo de buena fortuna, poder, fuerza y, sobre todo, de protección.
Dato curioso: existen dos versiones de esta escultura. La primera fue inaugurada en 1960 en Las Pilitas, pero desafortunadamente fue arrastrada al mar por una tormenta. En 1976 se realizó una réplica más grande, pero tiempo después fue encontrada la original.
Ya inmerso en el mundo mágico de las esculturas podrás interactuar con diversas piezas entrañables y surrealistas, así como capturar increíbles postales a lo largo de la ciudad.
Los artistas locales engalanan el malecón y deleitan a los turistas con efímeras estructuras de arena y dejan resaltar sus dones en diversas formas de expresión como pinturas, artesanías, joyas, personificaciones, representaciones teatrales y mucho más.
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Continuando con el recorrido, el rompeolas te ofrece un espectáculo ceremonial: los voladores de Papantla, quienes antes de que anochezca te cautivarán con la danza "El vuelo de los muertos" que representa el saludo al padre Sol; también realizan una petición a la lluvia para que fertilice los suelos de la hermosa ciudad.
Gastronomía
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La experiencia de la comida es la favorita de muchos, por eso la visita al malecón no estaría completa sin probar la extensa variedad de platillos.
Podrás deleitar tus papilas con los múltiples sabores que los restaurantes ofrecen, desde especialidades mexicanas hasta comida italiana, francesa, oriental y de fusión.
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No puedes irte sin probar los antojitos locales y los típicos como elotes, tacos, aguas frescas, postres, hasta platillos que pueden sobrepasar expectativas sensoriales con combinaciones que solo el puerto jalisciense sabe crear.
Vida nocturna
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La vida nocturna es un sinónimo de Puerto Vallarta y se redefine con su peculiar mezcla de diversión, entretenimiento y shows. El malecón te sorprenderá con su diversidad de clubes y bares, con música que no te hará dejar de bailar, shows de luces y un ambiente magnético que te garantizan una noche inolvidable, además de una deliciosa mixología.
Finales mágicos
El hermoso malecón de Puerto Vallarta se despide de ti volviéndote a enamorar en cada paso, pero antes de decir adiós —y para cerrar con broche de oro— los fuegos artificiales iluminan el cielo nocturno.
¡Reserva tu viaje y empaca tus maletas! Esta emblemática ciudad y su gente te espera con los brazos abiertos.